Yunersy Hernández Aprea –Yuny, como todos la llaman– cree, ama y sueña su Revolución. Crece con sus éxitos y se duele en los problemas que la afectan, la mayoría de estos derivados del cruel bloqueo imperialista y la inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
Desde que era una estudiante de primaria, Yuny es conocida en las organizaciones del país; sobre todo, en aquel momento de su vida, en la Organización de Pioneros José Martí, en cuyos congresos participó, experiencia preciosa de la cual guarda un gran tesoro: fotos junto al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Teniente coronel del Ministerio del Interior, la secretaria general del bloque 53 a, del reparto Hermanas Giral, de la ciudad de Cienfuegos, y miembro del
Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), considera que ser parte de la estructura de dirección de la FMC impregna un sentido de pertenencia y responsabilidad distintos. Los análisis y evaluación de cada tema buscan siempre empoderarnos más, sostiene.
Opina que todo fluye en la medida en que las federadas encuentren comprensión, empatía y apoyo en el resto de la comunidad. Cree que tampoco resulta necesario esquematizar el funcionamiento de la FMC en una reunión mensual: existen diversas maneras de acercarse a las mujeres, de orientarlas y ayudarlas, aprecia.
En su barrio, refiere, se reúnen cada tres meses, pero conformaron un grupo en WhatsApp y, por esa vía emiten las informaciones, hasta el pronóstico del tiempo, porque para lavar les gusta saber con antelación si lloverá o no, dice.
Opina Yuny que las plataformas digitales constituyen herramientas de comunicación aún desaprovechadas. Ahora, si alguien carece de celular, corresponde entonces tocar la puerta, extender la mano, escuchar, alentar, acota. Igual, hoy vivimos en un país que tiende al envejecimiento, y las personas mayores no son muy empáticas con las tecnologías. La alfabetización es uno de los retos, complementa.
Argumenta que se suma el tema migratorio. Muchos hogares cubanos afrontan la distancia de sus seres queridos, especialmente de los jóvenes. Por ello, la FMC debe acompañar a las familias que, en el plano espiritual, sufren la partida de los suyos, en busca de mejoras económicas.
Desde la experiencia de Yunersy, urge potenciar las iniciativas comunitarias para plantarle cara a las situaciones apremiantes de estos tiempos.
Cuando alguien refiere que la FMC no funciona, siempre le responde que es porque él o ella no desea que funcione.
Si quienes cuestionan y critican trabajasen para que las cosas mejoraran, otra fuera la realidad, asegura. (Tomado de Granma)
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