Y también se transmite muchísima confianza cuando son ellos, junto a representantes de las mesas electorales, quienes acuden a las casas de las personas imposibilitadas de trasladarse hasta el colegio.
Desde las primeras elecciones en 1976 hasta los diversos procesos electorales acontecidos el año anterior, los pioneros han sido protagonistas junto al pueblo de jornadas victoriosas. Y eso, en mi modesta opinión, es muestra de transparencia porque ¿quién mejor que los más nuevos para contribuir a que todo marche bien?
Para ellos es una fiesta. Ese domingo se levantan mucho más temprano y de completo uniforme asumen la responsabilidad de cuidar las urnas, de estar ahí, bien cerca de algo tan importante como el depósito del voto.
El venidero 26 de marzo será otro de esos domingos especiales; esta vez para elegir a quienes nos representarán ante el Parlamento. En cada uno de los 735 colegios que abrirán puertas en Cienfuegos habitará la alegría contagiosa de la más nueva generación, combinada con la responsabilidad de saberse la mejor custodia posible para el proceso democrático cubano. (Tomado de 5 de Septiembre)