Cuba espera con ansias la jornada en la que el doctor Francisco Durán, Director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, anuncie que el país no tiene casos fallecidos, ni nuevos confirmados a la COVID-19 en 28 días y que todos los pacientes están de alta médica en sus hogares. Sería el momento de la extrema felicidad.
Sin embargo, aún no cumplimos ese anhelo por el que miles de personas en la nación han laborado arduamente, por más de dos meses. Aún el personal de Salud trabaja sin desvelo en los centros asistenciales para la atención a contagiados del SARS-CoV-2 y los Consejos de Defensa, activados las 24 horas del día para hacer válidas las medidas del plan de control y prevención. Por tanto, la alerta sigue latente.
Desde el 29 de abril último la provincia de Cienfuegos no reporta casos positivos a la enfermedad. Al parecer, esa situación, junto a los bajos índices del país en la última semana, ha causado en la ciudadanía cierta confianza. Ello puede revertirse en mortal peligro y “echar por tierra” todos los esfuerzos del Estado y de las autoridades de este territorio, que dan el máximo en esta batalla.
En las últimas horas, muchos han paseado tranquilamente por las calles de la Perla del Sur. Unos se han sentado en el Prado a conversar de manera afable con amigos, otros como los transportistas privados, han ofrecido su servicio a cuanto transeúnte llega a la esquina de las calles Prado y San Carlos. ¿Acaso ignoran las medidas del Ministerio de Transporte que prohíben ejercer esa actividad en tiempos de COVID-19?
Calle 35 e/ 54 y 56, Cienfuegos/Fotos: Karla Colarte
Conocemos la urgencia de las familias de adquirir productos de primera necesidad. Para ello hay que salir a la calle, pero debe ser entonces esta la única justificación para estar fuera de casa. En ese sentido el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, ha convocado a que sea un miembro del hogar quien realice las compras y que, en esas filas, agotadoras, en la mayoría de las ocasiones, la distancia entre cada persona sea, de al menos, un metro y medio.
Las principales arterias de Cienfuegos, como el Boulevard y San Carlos, lucían este jueves un estado de completa normalidad y aunque en el país ya se ajustan las acciones para transitar a una nueva etapa, aún no es anunciado, ni propicio ese momento. La premisa de quedarse en casa es ahora más real y apremiante.
Hoy el sector de la Salud en la provincia protagoniza el estudio de prevalencia en personas asintomáticas, no descuida los controles de focos, ni la pesquisa activa y reitera una y otra vez las medidas higiénico-sanitarias para prevenir el padecimiento que ha ocasionado miles de fallecidos en todo el mundo y en el país, hasta el 14 de mayo, de 79 personas
Tristemente, esos esfuerzos no son retribuidos por quienes actualmente permanecen en las calles sin una sólida justificación, violan lo establecido por los Consejos de Defensa y peor, aún, pueden estar enfermos y transmitir el virus. Ante esa lamentable realidad, hoy encontramos, en Cienfuegos, el peligro en cualquier parte.